En estos últimos meses, en los que mi labor profesional, me permite relacionarme con diferentes gerentes y administradores de Pymes, en muchos casos familiares de varias generaciones. Pymes que han sido negocios muy rentables, pero que con el paso de los años, se han quedado rezagadas porque no han evolucionado junto al mundo y pese a su potencial rentabilidad, la misma hoy está puesta en duda.

Curiosamente, me encuentro que los «líderes» de estas empresas, en general creen que el mundo gira entorno a su empresa o entorno a ellos, presentando una visión muy sesgada de la realidad. Esta limitación, se evidencia, cuando ante cualquier propuesta fuera de su realidad y de sus hábitos,  les lleva a decir constantemente: «No puedo» , «No se puede» ,  «Es imposible»,  «Eso no se puede hacer», … y un sin fin de expresiones negativas y limitantes.

Esta claro que estas empresas, guiadas por su gerente (al fin y al cabo Una Pyme es un reflejo de su Gerente), viven en su propio mundo, no se han adaptado, no han evolucionado, y en muchos casos están al borde de su desaparición, dada la visión sesgada que tienen del mundo real en el que se encuentran.

Son empresas, que quieren que su mundo no cambie, han perdido su meta, han perdido su misión, quieren que el mundo venga a su propio mundo y esto las hace perder la inercia de antaño. Y sin embargo, no son conscientes de que han quedado fuera de la rueda del mundo, están dejando de estar en el mundo, y por tanto, el propio mundo las va anulando.

Hoy más que nunca, se hace imprescindible que las empresas, se hagan más flexibles, más inteligentes y sobre todo más precisas a la hora de ofrecer sus productos y servicios, porque precisamente esto es lo que las mantiene en el mundo competitivo en el que nos encontramos inmersos.

Deben diseñar, planificar y ejecutar su Estrategia Corporativa, de Negocio y Funcional, dado que de no hacerlo, dejarán de estar en el mundo y dejarán de estar en su propio mundo, y simplemente dejarán de existir.